Picocanoa Rodavento

Picocanoa es un lugar lleno de actividades que te conectarán con la naturaleza. Uno de los mejores lugares en México y el mundo para practicar rafting. Las tiendas de glamping son mis favoritas! Sentirás que duermes en la jungla con el confort de un hotel profesional.

Sin duda el pueblo es encantador y hay muchas actividades al aire libre y de deporte por hacer, la comida es deliciosa, los tragos igual y el personal es muy amable y bien capacitado. Las albercas hermosas, sientes que estas en Tulim… Sin embargo todo este encanto se rompe al llegar a la habitación, hace demasiado calor, te dan unos ventiladores que poco o nada funcionan y los mosquitos te comen en la noche, las camas son incomodas, el primer día me levanté con dolor de espalda, estamos acostumbrados a hoteles de lujo, esto es más para aventureros que quieren sentir la experiencia de pasar incómodo como el calor y una cama dura, si esto mejorara la experiencia sería superior.

Es un tesoro del grupo Rodavento, un lugar increíble para desconectarse de la rutina y ajetreo de la ciudad, las actividades son muy buenas y los glampings cuentan con lo necesario para pasarla muy cómodos. Sin duda volveré a hospedarme aquí

Padrísimo, el hotel súper bonito, limpio y la experiencia de el rafting también increíble. El personal esta muy capacitado, para entrenar al turista, tienen cámaras fotográficas muy pro , las fotos de la experiencia muy bonitas. la comida que viene, Integrada en nuestro paquete fue deliciosa.

Sin lugar a duda es "el lugar" para vivir experiencias de aventura. El staff de muro y rio son increibles. La comida deliciosa y muy variada. La comodidad de las cabañas es muy recomendable. Los únicos "peros" que tengo es que: el lugar es pet friendly lo cual me encanta, pero no le dan seguimiento a recoger los deshechos de los perritos y es desagradable encontrarse con ellos en jardines y areas comunes (esto debería ser responsabilidad de los dueños de los perritos supongo yo pero si ellos no lo hacen alguien del hotel debería estar pendiente). También había gente en la alberca en ropa interior y hasta una bebé primero con pañal normal (no de alberca) y luego SIN pañal... esto demerita un poco la calidad del lugar.

Primero queremos agradecer al personal que fue muy amable, en especial las meseras; en general, todo el personal es muy cálido. La comida muy rica y el lugar es muy bonito, parte de su encanto es que está rodeado de naturaleza. Sin embargo, aunque nuestra estancia fue tranquila y respetuosa, además de responsable (llevamos a dos perros recien desparasitados, junto a su carnet de vacunación, todo el tiempo bajo nuestra supervisión y con correa); porque somos exigentes como huéspedes y esperamos lo mismo del anfitrión, tristemente esta ocasión no fue así. A pesar de haber preguntado, incluso insistido, si teníamos que tener precaución con algún insecto o animal, no hubo advertencia; incluso dijeron que en la habitación lo más que podríamos encontrar sería un mosquito (una noche nos salió una araña de buen tamaño y a otra una lagartija, lo cual es totalmente comprensible por el lugar). Por precaución siempre viajamos con desinfectantes y repelente de insectos, y a pesar de ello, todos salimos del hotel con chinches de cama, y creemos no haber sido los únicos porque el día que llegamos vimos a otros huéspedes con piquetes parecidos a los nuestros, lo que me hizo comprar otro repelente para reforzar cuidados y porque me asuste, aunque de poco sirvió, pues sobre todo mi esposo fue comido por las chiches; creemos que fue en el cuarto porque soy bastante quisquillosa en protegernos y nos bañaba en repelente cuando salíamos del cuarto, además lo usamos continuamente. Durante el día estuve pendiente que mi esposo y yo no tuviera piquetes, pero al llegar al cuarto nos bañamos y ya solo usamos crema. Al despertar noté ,especialmente, en mi esposo los piquetes, al inicio pensamos que eran mosquitos, ¡pero no! al llegar a casa le encontramos dos garrapatas pegadas y las tuvimos que extraer con mucho cuidado porque no salían, de una quedó la cabeza dentro. Así que en recuento, no hubo "descanso" desde que regresamos hemos gastado en médico, veterinario para dos perros, desparasitantes externos, insecticidas; además limpieza profunda del carro y pertenencias que llevamos, incluso nuestra ropa de cama, cama de mis perros; sin contar el agotamiento físico y mental, pues hasta el día de hoy mis perros siguen en tratamientos ya que los piquetes les causaron alergia (comezón). Poner en riesgo a mis perros es de las cosas que más me molestó y hasta ahora nos tiene inquietos. Hemos tenido cuidado para evitar la propagación en nuestro hogar pues nos dijeron que las chinches viajan en los objetos, perros y se reproducen fácil, por lo que seguimos relimpiado. Mientras entendemos que es un lugar lleno de naturaleza y se debe cuidar, también creo que es responsabilidad del personal informar sobre estos temas a sus visitantes, sin importar si se pregunta o no; Además de asegurarse continuamente que en sus habitación no hayan plagas; fumigar las instalaciones, para ello hay insecticidas ecológicos para exteriores. Por otra parte, una de las razones por las que quisimos vis

Excelente lugar para disfrutar en familia o con amigos. Un lugar bonito para relajarse, cuentan con atractivos que dan un plus a tu estancia. Ademas de los rapidos y deportes extremos ofrecen Fogata nocturna con show de danza del fuego y batucada... Recomendable 👌

Muy bonitas las cabañas , super pintoresco y literal estas entre árboles y río, una buena experiencia, y tienen el estándar de hotel a pesar de ser cabañas rústicas, pero es importante resaltar que están demasiado pequeñas las cabañas, prácticamente no puedes dar muchos pasos en ella, si son personas de tamaño grande no lo soportarían, y las camitas de arriba son para niños , ni si quiera para jóvenes. Lo demás, excelente.

Un verdadero paraíso, lleno de buenas experiencias, hermosas albercas, habitaciones geniales, y padrisimos los rápidos ¡ todos los que integran el equipo son super amables y accesibles, volvería sin pensarlo¡